domingo, 29 de mayo de 2016

Cuento...

ME GUSTARÍA...

Era una mañana fresca, un viernes fin de semana, yo estaba ansioso por llegar a ver a Eliza, la chica de mis sueños, no podía evitar voltear a ver esos lindos ojos, ese cabello tan largo y castaño, cosa que provocaba en mi un sentimiento ilusionado, sin saber que yo para ella no existía en este mundo, y yo tenía esas grandes esperanzas de que ella me dijera un simple “hola”.

Dieron las 7:30, ya era tarde, por lo visto me quede pensando un buen rato, llego a clase y me encuentro a una persona ocupando mi asiento, volteo y observo que el único lugar vacío era junto a ella, camine hacia allá tembloroso, solo que trataba de disimularlo, aunque mis mejillas se sonrojaban y eso era imposible de evitar, finalmente llegue a mi lugar. Poco después llegó el profesor, saludamos amablemente, y como de costumbre paso asistencia, en eso nos pide un proyecto en parejas para el fin de semestre, nos pidió que lo elaboráramos con la persona que estaba a nuestro lado, en ese momento cruzamos miradas, sonreí y me regreso esa sonrisa, fue allí cuando me pregunto:  - “¿Cuál es tu nombre?” mi respuesta fue… “soy Jonhy”, quise mantener una conversación preguntándole por el suyo, aunque era claro que ya sabía la respuesta, comenzamos a hablar sobre el proyecto y cómo lo íbamos a elaborar, como el tiempo no fue suficiente le pregunte que si gustaba ir a la biblioteca que se encontraba a una esquina de la escuela, ella me dijo que sería mejor opción realizar el trabajo en su casa porque no le gustaba demasiado silencio, sin pensarlo acepte su decisión. Al día siguiente por la tarde llegue a su casa justo a la hora determinada, toque su puerta y allí estaba ella muy sonriente, me invito a pasar y note que su casa estaba muy acogedora, tomé asiento y comenzamos a hacer el proyecto, cuando volteé a la izquierda noté una colección de comics de la saga Apocalipsis zombie, esa misma colección era mi favorita, de inmediato le pregunte sobre un capítulo de la saga, y en ese momento comenzamos a conversar, y noté que teníamos gustos similares. Llegué a casa a recostarme a la cama, pensando en este gran día especial e inolvidable.

Pasó el tiempo y gracias a ese proyecto que tuvimos nuestras platicas fueron más continuas, y me armaba de valor para invitarla a salir, por suerte todas mis citas las aceptaba.


Pero de la nada algo inesperado sucedió… todos comenzaban a correr, parecía como si estuvieran huyendo de algo, en ese momento yo estaba con ella en el parque, cuando me percaté que los zombies nos estaban invadiendo, lo que hice fue no soltar a Eliza y correr junto con ella, en eso ella tropezó, intenté llevarla en mis brazos, pero el intento fue inútil, entonces me quedé con ella y le dije que la amaba y que estaría siempre a su lado, la abracé tan fuerte como pude, en eso sentí una gran mordida que penetraba hasta mis huesos, cuando de repente… desperté.

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